martes, 8 de noviembre de 2011

Luchemos hasta el final

La educación proporciona la satisfacción más importante en nuestras vidas, porque no es efímera, no es como la satisfacción instantánea que nos aporta una adquisición o disfrute "material".

Todos la necesitamos y si no la tenemos, tendemos a defendernos como los animales, a través del instinto primario de supervivencia y no con los recursos propios de un cerebro desarrollado.
¿Por qué ?, ¿qué es el ser humano?, es alguien capaz de aprender hasta de los que no reconocen más allá de sus instintos.

Cuando nacemos, lo hacemos con el deseo de formarnos a nivel psicomotriz y mental y eso, no puede desaparecer al llegar a adultos.

El legado más importante que podemos dejar a nuestros hijos es el conocimiento. ¿ Por qué cuando nos vamos haciendo mayores, pensamos que ya lo sabemos todo y tenemos que conformarnos con lo aprendido ? Quizá sea el momento de engrandecer el horizonte que nos hemos ido delimitando a lo largo de nuestras vidas.

Partimos con la herencia de la inteligencia y tenemos que asumir la responsabilidad de aumentarla, a lo largo de la existencia hasta el final de nuestros días.

No debemos dejar que desapareza la curiosidad y menos ahora, que el mundo gira a ritmo vertiginoso. Tomemos el timón y no dejemos que tanta información nos acobarde y nos haga escondernos. No nos estanquemos frente al televisor, el cual proporciona información ya cribada y seleccionada, sin posibilidad de implantar nuestra creación y sin la necesidad de calibrar opciones para poder elegir el variar los resultados.

Nadie debe pensar por nosotros. Nuestros cerebros están concebidos para que multipliquen su sapiencia hasta el infinito. Ayudémosles.

Hay muchas vías de aprendizaje, centros de formación ocupacional, universidades para adultos, incluso se puede ser autodidacta. De esta forma, jamás la sociedad marginará o despreciará a los "mayores" por su "desfase intelectual".

Ya sabemos que las experiencias proporcionan conocimiento, pero también las enseñanzas de quienes se han preparado en un tema particular, compartiendo lo que han aprendido, ya sea mediante talleres de estudios o talleres manuales. Loable labor para el que se dedica a ello.

"Libros, caminos y días, dan al hombre sabiduría", dice un proverbio árabe, así que, proprocionemos formación tanto a nuestros niños, como a nuestros adultos, porque de ambos, depende la evolución del ser humano.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo Nuria.El aprendizaje no tiene edad. Saber nos hará libres.
    Silvia.

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